Lograr un entorno profesional saludable con un aire limpio es todo un desafio.
La mala calidad del aire unido a los microorganismos como bacterias, virus, moho, ácaros..., ponen en riesgo nuestra salud, sobre todo, en espacios cerrados y frecuentados como pueden ser las clínicas dentales o consultas médicas en general. Todo ello, favorece la aparición de enfermedades del tipo respiratorio.
Por eso, un purificador de aire actua, en cualquier recinto, sobre el aire viciado eliminando polvo, suciedad y gérmenes.
Estos dispositivos eliminan los elementos contaminantes del aire, desde humo hasta partículas que flotan en el ambiente. Su función es limpiar y purificar el aire que respiramos para brindarnos una mejor calidad de vida.
Tras su uso, el aire es más limpio y respirable, más saludable.
Los purificadores de aire emplean un tratamiento de purificación que cuenta con diferentes filtros, entre ellos el filtro HEPA.
