El aeropulidor dental es una herramienta clave a la hora de realizar una correcta y eficiente profilaxis. Para su realización numerosos odontólogo emplean un sistema de aeropulido dental que elimina la placa bacteriana y pule hasta minimizar o eliminar manchas. No obstante, no todos creen en su eficacia ya que siguen pensando es un sistema muy abrasivo y poco eficaz.
En la actualidad, este tipo de dispositivo ha evolucionado para ofrecer y garantizar una limpieza dental segura, rápida y de mínima abrasión.
El objetivo de un aeropulidor es la expulsión a presión de una mezcla de agua con bicarbonato de sodio o polvo de glicina para realizar un delicado pulido de la superficie dental sin desgastar el esmalte. De esta forma, puede eliminar en profundidad tanto sarro como placa dental evitando futuras complicaciones periodontales. También, pule las manchas, incluso algunas complicadas, logrando una apariencia más blanca, sin ser un blanqueador dental.
Por lo tanto, y a pesar de sus inconvenientes (abrasión/polvo) su utilización mejora notablemente la estética de los dientes del paciente y a la vez su confianza.
Un aeropulidor dental permite realizar una limpieza bucal rápida y altamente eficaz al poder acceder con mayor facilidad a alcanzar, gracias a su polvo de spray, zonas de difícil acceso. Además, este dispositivo presenta una excelente capacidad a la hora de reducir biopelícula subgingival en bolsas periodontales.
Todo ello, de forma rápida, indolora, sin ningún tipo de molestia en el paciente.
En esta categoría se engloban: aeropulidores dentales con diferentes tipos de conexión o compatibles con la mayoría de sistemas de marcas como W&H, Bien Air, Sirona, NSK, KMD, etc. Sistemas de aeropulido con punta autoclavables y de giro 360º. Grandes marcas como Bader, NSK, Mectron o TechnoFlux entre otras.
