Un autoclave es un aparato de uso médico que permite esterilizar mediante vapor de agua a alta presión y temperatura. La acción conjunta de la temperatura y el vapor produce la coagulación de las proteínas de los microorganismos, entre ellas las esenciales para la vida y la reproducción de éstos lo que conlleva a su destrucción. En las clinicas dentales se utilizan para el tratamiento de residuos médicos, para eliminar los microorganismos patógenos existentes. El autoclave dental es un recipiente (aparato) de presión metálico de paredes gruesas con un cierre hermético que permite trabajar a alta presión para realizar una reacción industrial, una cocción o una esterilización con vapor de agua.
Existen varios tipos de autoclaves en función del instrumental que se quiera esterilizar. Los más comunes son los autoclaves de clase B, N y S. De éstos, sólo los de clase B están indicados para una clínica dental según la Norma Europea 13060, porque permiten esterilizar instrumentos porosos con huecos ciegos (turbinas, contraángulos) y cargas textiles. Esto se debe a que el autoclave de clase B elimina el aire del interior de la cámara mediante una bomba de vacío, con lo que crea una presión negativa forzando la entrada del vapor.
